El vino tinto Tempranillo se caracteriza por unas notas afrutadas y sabores aterciopelados, que dejan entrever sus suaves taninos.
Carnes rojas, platos de caza, embutidos, quesos, recetas de la cocina tradicional española e incluso de la cocina mexicana son solo algunas ideas para acompañar a uno de nuestros vinos más reconocidos.
Carnes rojas y Tempranillo son una combinación natural.
El cuerpo medio del Tempranillo sirve para equilibrar el sabor y la textura de estas carnes.
El chuletón, el solomillo, los cortes de cordero y los filetes de res son muy buenas opciones para maridar este vino tinto.
Jabalí, ciervo o conejo son unos delicias culinarias que no siempre están a nuestro alcance, pero que disfrutamos cuando tenemos la oportunidad de degustar.
Hacerlo acompañado de una copa de Tempranillo es la mejor decisión posible, puesto que la intensidad de sabores se armoniza con las notas del vino.
Los sabores intensos de embutidos como el jamón, el lomo, el chorizo o el salchichón servirán para realzar las notas afrutadas del tinto.
El manchego, el idiazábal e incluso el roncal son buenos maridajes para el Tempranillo.
El Tempranillo se lleva muy bien con la comida mexicana, sobre todo con aquellas elaboraciones que incluyan chile, tomate e incluso chocolate.
El vino tinto Tempranillo es un vino muy versátil que se adapta a una gran variedad de maridajes, especialmente aquellos que incluyen sabores intensos.