El secreto para obtener unas croquetas inconfundibles es el aceite. Hay que usar muchísima cantidad, para que se impregne bien el “oro español”. Además, deberías emplear un aceite de buena calidad, como el aceite de oliva virgen o el aceite alto oleico. Es muy importante que el aceite esté caliente cuando pongamos las croquetas en la sartén o freidora que utilicemos. Si cumplimos esta máxima, el interior de las croquetas quedará sellado y en él no entrará aceite. Así, conseguirás que el rebozado se dore y quede finalmente seco y crujiente. Pero, insistimos, para que todo salga bien es imprescindible que no nos importe usar mucho aceite. La bechamel es un componente también muy destacado en cualquier croqueta que se precie. El secreto está en las vueltas que le demos a la salsa. Te desvelamos el truco para que no se te abran las croquetas al freírlas. Lo primero que debes saber es por qué se rompen las croquetas. Un motivo puede ser que el aceite no esté lo suficientemente caliente. Esto será muy importante para que luego la croqueta quede finalmente con un rebozado uniforme y crujiente. Otro aspecto muy a tener en cuenta es que debes dejar este magnífico producto ‘made in Spain’ a temperatura ambiente para evitar un cambio de temperatura muy brusco en el alimento. Sea como sean tus croquetas, congeladas o hechas por ti, deberías tener especial cuidado con el rebozado y con el tipo de aceite que selecciones. Si sigues los trucos que te hemos proporcionado, no echarás a perder tu creación.