¿Se pueden maridar todos los vinos tintos por igual.
La respuesta es un claro no.
Como bien sabes, hay diferentes tipos de vino tinto y, por tanto, cada uno de ellos es más adecuado para un tipo de comidas u otro.
Recuerda que lo que queremos es encontrar la combinación perfecta para complementar los sabores y que tanto el alimento como la bebida destaquen en perfecta armonía.
En este sentido, hemos preparado una serie de recomendaciones y consejos útiles para maridar vinos tintos teniendo en cuenta su envejecimiento.
Así despejarás todas tus dudas y podrás maridar tus platos a la primera.
Maridar con tintos jóvenes es una apuesta segura para carnes blancas y poco elaboradas, pescados blancos en guiso o con salsa, frutos secos o encurtidos, quesos con poca curación, pastas con salsas de tomate, chocolate con leche.
Maridar vinos crianza de forma exitosa, puedes hacerlo con carnes rojas, embutidos, quesos curados, arroces con carne o sabores más potentes, pescados azules, pastas con salsas de tomate, chocolate con leche.
Maridar vino tinto Reserva o Gran Reserva sigue un poco la regla que estamos explicando.
En este caso, al ser vinos complejos y con un cuerpo muy marcado, lo mejor es reservarlos para platos potentes.
Para maridar con Reserva o Gran Reserva, y acertar a la primera, lo mejor es que te decantes por aves de caza, carnes rojas, embutidos, chocolate puro, arroces potentes.
Los vinos reserva y gran reserva son los que, además de la crianza en barrica, tienen un envejecimiento extra en botella.
Los tiempos son mucho más extensos.
En el caso de los tintos Reserva, la crianza mínima es de 3 años.
Para los tintos Gran Reserva, hablamos de un proceso de envejecimiento mínimo de 5 años.
Tienes invitados y poco tiempo para complicarte, aquí van unos trucos exprés que marcan la diferencia: apuesta por la armonía de intensidades, si el plato es potente, el vino también debe serlo y no subestimes el poder de un vino joven con platos sencillos como una tabla de embutidos o una lasaña casera.