Los chipirones son muy populares en toda España.
Los más pequeños representan, para muchos, la esencia del sabor, una maravilla de los mares españoles que vive durante todo el verano su momento dulce.
Materia prima culinaria muy apreciada, suave, tierna y extraordinariamente versátil, el chipirón es cada vez más escaso.
Quizá uno de los secretos de su peculiar sabor es la alimentación a base de pequeños crustáceos y peces.
El calamar puede llegar a medir hasta medio metro, pero los chipirones más apreciados son los diminutos, inferiores a los diez centímetros de longitud, que ofrecen un sabor exquisito y son los más buscados por todos los cocineros.
Admiten muy diversas preparaciones, ya sean rellenos con sus propias patas, salteados, fritos, encebollados, etc.