Cómo limpiar un calamar para dejarlo listo para cocinar
Entre la foto de la izquierda y la de la derecha, no vais a tener que hacer mucho trabajo ya que el proceso de limpieza de los calamares es bien sencillo.
Además no tardaréis más de cinco minutos en completar la tarea.
Nuestro objetivo es conseguir el cuerpo o parte central -con o sin aletas según lo que vayamos a preparar después- perfectamente limpia, sin piel por fuera ni restos por dentro, sacando la plumilla y conservando la deliciosa parte de los tentáculos tras retirar el pico o boca y las tripas.
Comenzamos separando la cabeza y tentáculos de la vaina o cuerpo del calamar, una labor que podemos hacer con las manos, simplemente estirando con suavidad para desprenderla.
Agarramos el cuerpo del calamar con una mano y con la otra tiramos de la cabeza y los tentáculos.
La piel del calamar es muy fácil de retirar, pasando la mano o con ayuda de un papel de cocina.
La tenemos que retirar tanto de la parte central como de las aletas.
Seguidamente extraemos la plumilla o vaina transparente que los calamares tienen en su interior.
Llegados a este punto, es el momento de dar la vuelta al cuerpo del calamar y así poder limpiar bien su interior.
Una vez limpio el calamar, podemos cortar la parte principal en anillas, mediante cortes transversales; también podemos cortar rabas de calamar, dando cortes longitudinales o finalmente podemos dejar el cuerpo entero, de una pieza si lo vamos a cocinar a la plancha, o si queremos preparar calamares rellenos a la marinera.
Cómo habéis visto, la limpieza y preparación de los calamares para dejarlos listos para cocinar, es un proceso sencillo y rápido, que no tiene ninguna dificultad y está al alcance de todos, aunque obviamente, también podemos pedírselo a nuestro pescadero, que lo hará sin cobrarnos nada, si compramos los calamares frescos en un mercado o pescadería tradicional.