A la hora de servir una copa de vino de Jerez debemos tener en cuenta varias consideraciones.
En primer lugar, debe servirse a una temperatura adecuada, manteniendo para ello las botellas en unas condiciones óptimas de conservación.
En el caso del fino, una vez abierto, no debes dejarlo en la nevera más de una semana o dos, para garantizar todos sus matices y aromas.
Este tipo de vino es un aperitivo ideal, que nos prepara el paladar de forma perfecta para disfrutar de la comida.
Con el resto de vinos, como olorosos, amontillados, palo cortados o dulces, aguantan perfectamente mucho más tiempo, ya que su evolución es más lenta pudiendo permanecer en la nevera de 2 a 3 meses.
Temperatura ideal para servir los vinos de Jerez Fino y Manzanilla: 6-8 grados
Medium y Cream: 10-12 grados
Amontillado, Oloroso, Palo Cortado: 12-14 grados
Cream, Pedro Ximenez: 13-15 grados
Pese a ello siempre debe prevalecer el gusto personal de cada uno, por lo que unos grados arriba o debajo de la temperatura ideal, modificarán nuestra percepción de los aromas y sabores del vino en cuestión.