Para preparar calçots a la brasa o barbacoa, lo mejor será salir al aire libre, ya que los calçots se preparan con llamas y no con brasas.
No es nada recomendable hacerlo en espacios cerrados.
En caso de que decidáis hacerlo, tomad muchas precauciones.
Dicho esto, lo primero que haremos será avivar el fuego de los sarmientos.
Después, vamos a limpiar los calçots, cortando la raíz y sacudiendo para ir quitando la tierra que suele llevar esta hortaliza.
Lo siguiente será ponerlos en una parrilla grande, en tandas de 25 aproximadamente, y vamos dándoles la vuelta cada cinco o seis minutos, dejando que se chamusquen.
Tenemos que lograr que su parte blanca se vuelva negra.
Cuando tengamos una tanda lista, los retiramos de la parrilla y los envolvemos con papel de periódico, para que conserven su calor mientras preparamos los demás.
Así, mientras se van cocinando el resto de calçots estos se siguen cocinando con su propio vapor.
Hay que dejarlos envueltos durante media hora aproximadamente.
Una vez envueltos, los guardamos en una caja bien juntitos para que conserven el calor lo máximo posible.
Cuando hayan pasado por su envoltorio y se hayan cocinado con su propio calor, podremos empezar a disfrutar de nuestra calçotada.
En caso de que vayamos a prepararlos a la barbacoa, podremos seguir el mismo proceso que con la parrilla, teniendo en cuenta que tenemos que tener el fuego bien vivo ya que los calçots se cocinan sobre las llamas.