El tempranillo es una uva de color negro azulado, con un sabor afrutado y terroso. Los vinos elaborados con tempranillo suelen ser de cuerpo medio a completo, con taninos suaves y equilibrados. El tempranillo se utiliza para elaborar una amplia gama de vinos, desde tintos jóvenes y frescos hasta tintos añejos y complejos. Vinos jóvenes: Los vinos jóvenes elaborados con tempranillo suelen ser de color rojo intenso, con aromas a frutos rojos y negros, como fresas, frambuesas, moras y ciruelas. Tienen un sabor afrutado y fresco, con taninos suaves. Vinos añejos: Los vinos añejos elaborados con tempranillo suelen ser de color rojo oscuro, con aromas a frutos secos, especias y madera. Tienen un sabor complejo y equilibrado, con taninos maduros. El tempranillo, con su versatilidad, se convierte en un acompañante perfecto para una amplia variedad de platos. Desde su excelente maridaje con platos de carne roja, como filetes, chuletas o asados, hasta su armoniosa combinación con platos de pasta, especialmente aquellos elaborados con carne o salsas de tomate. Además, el tempranillo se destaca como una elección acertada para acompañar quesos curados, como el manchego o el parmesano.