La rueda se utiliza para diversas funciones y es considerada una máquina simple o una pieza dentro de una máquina más compleja.
La función principal de la rueda es facilitar el transporte de personas, animales o cosas, reduciendo el rozamiento con el suelo y permitiendo un desplazamiento más rápido y eficiente.
La rueda también se usa para transmitir fuerza o movimiento a otras piezas, como en las poleas, los engranajes o los generadores eléctricos.
Existen muchos tipos de ruedas según su forma, tamaño, material o diseño.
Algunos ejemplos son las ruedas dentadas, las ruedas de radios, las ruedas macizas, las ruedas neumáticas, las ruedas de fricción, las ruedas motrices o las ruedas directrices.
La invención de la rueda fue un hito tecnológico crucial que transformó la forma en que nos desplazamos y transportamos objetos, y sentó las bases para el desarrollo de la civilización.
Las primeras evidencias arqueológicas de ruedas datan de alrededor del año 3500 a.C., en Mesopotamia, aunque es posible que su uso se haya extendido en diferentes partes del mundo de forma independiente.
La rueda es de uso mecánico y funciona al girar sobre un determinado eje para mejorar el movimiento de algún tipo de máquina o vehículo.
También tiene otras aplicaciones en campos como la alfarería, la relojería o el arte.