Un postre bueno hace grande a una comida mediocre, y por supuesto el vino que acompañe a dicho postre debe estar a su nivel para conseguir emocionar a todos los comensales.
El mundo de los postres es muy variado, ya que para un número alto de personas, un postre debe ser dulce, mientras que otros se inclinan por el queso y otras personas como postre consideran que un vino es más que suficiente, o un destilado.
Disfrutemos de los vinos mas dulces y los mejores postres con estas propuestas.
Vamos a intentar dar solución a todos los gustos y nombrar los vinos más elegantes para que un final de comida o cena siempre sea un éxito.
Para una tarta de chocolate negro, recomendamos un vino que refresque la boca, con un poco de dulzor y con mucha elegancia para matizar los aromas del chocolate, así que elegiremos un Cava, en este caso de Cavas Mascarò, el cava seleccionado es Ambrosía.
Además, en la antigua Grecia era la bebida que Ganímedes servía a los dioses para hacerlos inmortales.
Para un postre de almendras como puede ser la famosa Tejas y Cigarrillos de Tolosa, un vino ideal es el vino Naranja, un producto único de España, en concreto de la DO Condado de Huelva.
Para postres como helados lo ideal son vinos dulces naturales como los de la variedad Pedro Ximenez que aportarán al maridaje los matices que dejarán sin habla a los invitados a la mesa.
Para ese otro tipo de postres como los quesos, tenemos un artículo de maridaje de vinos y queso muy interesante pero quiero recomendaros este vino tinto, La Mateo Crianza de Bodegas de Mateos, porque puede ser un final de fiesta único, sin ser un vino dulce.
Pedro Ximénez Gran Barquero - Oro negro Cordobés Intenso, profundo y complejo.
Elegante mezcla de aromas primarios evolucionados por pasificación de la uva Pedro Ximénez, con otros complejos propios del envejecimiento oxidativo.
Recuerdos de otros frutos pasificados: higos, ciruelas, etc.
Café.
Cacao.
Maderas exóticas.