La paella valenciana se elabora con arroz, carne de pollo o conejo, manteca, judías verdes, tomate, pimiento dulce, aceite de oliva, sal y azafrán.
Si la paella es muy sabrosa, lo mejor es acompañarla con un vino tinto joven y afrutado, que se sirve a una temperatura más baja.
Una buena opción para este tipo de paella sería una mezcla de tempranillo y mencía.
Los amantes del vino blanco deben buscar un vino que sea potente en boca y que haya pasado algún tiempo fermentando en el barril, como un chardonnay, godello o verdejo.
Sin embargo, si la paella tiene sabores más sutiles, debe decantarse por un buen rosado, uno que tenga un buen equilibrio de frescura y acidez.
La paella de mariscos es una alternativa para aquellos que no les gusta la combinación de carne, verduras y legumbres.
Compuesta por calamares, langostinos, mejillones, almejas y, a veces, pescado, esta paella es un plato que generalmente tiene sabores más ligeros que su equivalente valenciano.
Debido a sus delicados sabores, la paella de mariscos requiere un vino ligero y fresco que no dominará sus aromas.
Debe elegir un vino blanco elaborado a partir de las uvas albariño, verdejo o sauvignon blanc, particularmente aquellas que no hayan sido fermentadas en un barril.
Para la paella vegetariana se sugiere un rosado fresco y ligero, un vino ligeramente espumoso o incluso un buen Cava, que proporcionaría un bouquet equilibrado y agradable.
La paella negra adquiere su color negro, consistencia y sabor característico de la tinta de calamar o pulpo, por lo que se recomienda un vino blanco gewürztraminer o un moscatel espumoso.
Un toque de dulzura de estas variedades de uva complementaría maravillosamente la delicada textura y el sabor ligeramente fuerte de esta paella.
La paella mixta es aquella que combina, al menos en algún grado, los ingredientes de la paella de marisco y de la paella valenciana, por lo que el vino más apropiado para este tipo de paella es el rosado, aunque un vino tinto afrutado como un tempranillo o un Mencía pueden ser una buena opción.
Por supuesto, también hay buenas noticias para los amantes del vino blanco, ya que un verdejo, un chardonnay o un godello harán las delicias de los comensales.