Las hortalizas y verduras frescas son alimentos que contribuyen a hidratar nuestro organismo por su alto contenido de agua, además de ser fuente de vitaminas variadas, sales minerales, fibra y elementos antioxidantes.
La deficiencia mantenida de muchos de estos nutrientes tiene relación directa con la aparición de determinadas enfermedades.
Los preescolares y niños en edad escolar tienden a ser bastante maniáticos con las comidas, y suelen tener gustos y aversiones marcadas con alimentos muy nutritivos como son las verduras.
Aunque las preferencias por la comida deben ser respetadas y se deben ofrecer una gran variedad, los siguientes consejos le pueden ayudar a aumentar el consumo de estos alimentos en todas las comidas.
El gran reto de la cocina es convertir en manjares sugerentes los alimentos, más aún en los casos en los que la dieta sufre limitaciones.
Las circunstancias que se den en el cultivo de las hortalizas influyen en su composición.
Las hortalizas tienen exigencias específicas con relación a la luz que reciben.
Una penetración escasa o excesiva puede repercutir negativamente en la calidad y seguridad alimentaria de los vegetales.
Las manipulaciones tras la cosecha de los vegetales van encaminadas a retrasar su deterioro por senescencia, desecación o proliferación microbiana, así como a favorecer o controlar su maduración.