¿Qué significa "calçots

La palabra catalana “calçot“, da nombre a una variedad de cebolla, la blanca o tardía. Básicamente, el calçot de calidad, se consigue agregando progresivamente tierra sobre los brotes, “calzando” tierra -de ahí su nombre- hasta conseguir con dedicación y el paso de los días su típica forma alargada. El calçot da origen a una de las tradiciones mas emblemáticas de la gastronomía catalana: “la calçotada”. Este popular plato ha pasado rápidamente de la mesa familiar a la carta de reconocidos restaurantes. De las variadas versiones sobre el origen de este particular plato, una de las más difundidas sitúa sus comienzos a finales del Siglo XIX. Cuentan que un campesino de la comarca de Valls en un descuido quemó cebollas sobre unas brasas encendidas descubriendo luego que su interior era tierno y sabroso. Los calçots a los que se recortan un poco las hojas y algo de barba, se disponen alineados en una parrilla metálica. Asi dispuestos se asan a la llama viva, de leña o preferiblemente sarmientos de vid, hasta que están bien hechos de un lado. Entonces procedemos a darles la vuelta para completar el asado. Una vez que estan, totalmente quemados por fuera, se los retira y envuelve en grupos, en papel de periódico, para conservar el calor hasta el momento de servirlos.

Lo de los calçots es de otro mundo. Es quizás la pregunta que más se hace la gente… ¿Qué es esto que me estoy comiendo? La respuesta es muy sencilla, es una cebolla. El calçot La tradición marca el origen del calçot a finales del siglo XIX, cuando un agricultor llamado Xat de Benaiges quemó unas cebollas viejas y, en vez de tirarlas, decidió pelarlas y probarlas, descubriendo un sabor dulce y jugoso que acabó enamorando a toda Cataluña. También se han encontrado mosaicos en Hungría de la época romana en la que un personaje sale comiendo algo parecido a un calçot de la misma manera que se consumen a día de hoy, pero no se sabe con seguridad si sería el mismo alimento o quizás fuera un puerro. Amigos y familiares se reúnen para comer calçots bañados en salsa romesco, longanizas, costillas y beber un buen vino en buena compañía.

Los Calçots son más que una simple cebolla. En la rica tapestría de la gastronomía española, se destacan como una joya culinaria, especialmente entre enero y abril. Los Calçots son un manjar de la cocina catalana, famosos por su sabor único y su forma tradicional de consumo. En Febrero, estamos en el corazón de la temporada de Calçots, que se extiende desde enero hasta principios de abril, un momento ideal para disfrutar de esta experiencia culinaria. Esta temporada es crucial, no solo para los agricultores que los cultivan, sino también para los amantes de la comida que esperan ansiosamente su llegada cada año. Historia y origen de los Calçots La historia de los Calçots comienza a finales del siglo XIX con un agricultor llamado Xat de Benaiges. Experimentando con cebollas blancas, descubrió que al replantar las cebollas jóvenes y cubrir sus tallos con tierra, obtenía un vegetal más largo, más tierno y dulce. Esta técnica, conocida como "calçar" (que significa literalmente 'calzar' o 'cubrir' en catalán), dio nombre a este producto. Lo que comenzó como una técnica agrícola innovadora pronto se convirtió en una parte esencial de la cultura catalana. Los Calçots trascendieron su papel como un mero producto agrícola para convertirse en el centro de una tradición gastronómica y social. A principios del siglo XX, la popularidad de los Calçots creció, y con ella, la costumbre de las "Calçotadas", festivales al aire libre donde amigos y familias se reúnen para asar y disfrutar de estos vegetales. Hoy en día, los Calçots son una Denominación de Origen Protegida, lo que subraya su importancia en la gastronomía y la cultura de la región. Cada año, la ciudad de Valls celebra la "Gran Fiesta de la Calçotada", atrayendo a miles de visitantes y reafirmando la relevancia cultural de este humilde pero exquisito vegetal. Los Calçots son más que una comida; son una experiencia cultural y gastronómica. Te invitamos a sumergirte en esta tradición, a descubrir su sabor único y a compartir la alegría de la comida en comunidad. No te pierdas la oportunidad de probar los Calçots de Freshis. Visita nuestra sección de Calçots en la página web y haz tu pedido hoy mismo. ¡La temporada de Calçots está aquí, y es un festín que no querrás perderte!

El calçot de Valls es un producto con Indicación Geográfica Protegida que se caracteriza por una longitud de 15 a 25 cm y un diámetro de entre 1,7 y 2,5 cm. Son habituales en la zona interior de Cataluña, especialmente de la zona occidental. Es uno de los platos típicos de la gastronomía catalana, muy consumido con salsa romesco o salvitxada. Se consumen los tallos jóvenes y se puede hacer entre el final del invierno y principios de la primavera. El calçot forma la base de las populares calçotades que se celebran en Cataluña. Se comen pelando las capas exteriores y untando el calçot en una salsa denominada salvitxada o también con salsa de romesco. Una vez consumidos los calçots y tras lavarse las manos, se come carne y butifarras asadas sobre las brasas que quedan. Al tratarse de brotes de cebolla, sus propiedades nutritivas son las mismas, es decir, tiene un amplio contenido de vitaminas y minerales. Además, se le atribuyen propiedades diuréticas, tonificantes, digestivas y afrodisíacas. El cultivo del calçot es habitual en las comarcas de la provincia de Tarragona próximas al mar y con inviernos suaves.