El truco para que las fabas no se rompan en la olla es un secreto transmitido de generación en generación por las abuelas asturianas.
Este peculiar término describe una técnica simple pero efectiva, «asustar les fabes» consiste en añadir un poco de agua fría a la cocción cuando ésta está en ebullición.
Este acto aparentemente insignificante provoca una interrupción momentánea del hervor, evitando que las fabas se rompan y manteniéndolas íntegras y tiernas.
Es un proceso que se repite varias veces a lo largo de la cocción, un ritual que asegura la perfección en la textura de la fabada.
Para preparar una deliciosa fabada, es fundamental seguir estos pasos básicos: Las fabes deben ponerse a remojo en agua la noche anterior.
Al día siguiente, se escurren y se ponen a cocer en agua limpia, cubriéndolas completamente.
Se añaden estos ingredientes: chorizo, morcilla, lacón, panceta y carne, y se deja cocer hasta que las fabes estén tiernas.
Durante la cocción, se retira la espuma que va soltando.
Si se consume el agua durante la cocción, se añade más, siempre fría.
Y aquí es donde entra en juego el truco de «asustar les fabes».