La tipología, origen y añejamiento argumentan la categorización de blancos, rosados, tintos y espumosos acogidos a la D.O.Ca. Rioja.
Para los vinos tranquilos –vinos blancos, rosados y tintos– el Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja establece distintas categorías, determinadas por dos criterios: origen y envejecimiento.
La distinción de los vinos según su origen es también una novedad en las normativas oficiales de la D.O.Ca., y tiene como fin poner en valor la singularidad del viñedo de procedencia, reconocer su diversidad y establecer requisitos cualitativos que garanticen la calidad.
Así, actualmente Rioja contempla tres indicaciones relativas al origen, siendo estas: Vinos de zona, refiere a las tres "subzonas" que componen el territorio de la D.O.Ca; Vinos de municipio, admite la mención del nombre del municipio en la etiqueta; y Viñedo singular, distingue a aquellas cuvées cuya calidad excepcional está directamente relacionada con la procedencia.
El otro criterio que fundamenta las categorías de vino en esta prestigiosa denominación es el añejamiento, una condición que tradicionalmente ha definido la producción vinícola en esta región y que actualmente contempla cuatro categorías: Genérico, Vino Reserva, Vino Gran Reserva y espumosos.
En la oferta de 15 Bodegas hay diversos vinos que pertenecen a la categoría genérica, algunos como Viña Pomal Blanco, se encuadran entre los de añada reciente; otros, como Viña Pomal Rosado, representan la estirpe de los vinos más excepcionales de la D.O.Ca.