El vino tinto no se debería tomar a temperatura ambiente.
Los tintos necesitan una temperatura concreta que pocas veces se consigue en una vivienda o restaurante de forma estable.
Por eso la primera de nuestras recomendaciones si eres consumidor o consumidora habitual de vino, es que cuentes con una vinoteca con temperatura regulable.
Si tomamos un vino blanco o rosado muy frío, es decir, prácticamente sacado del congelador a unos 2 o 4ºC, no seremos capaces de percibir su aroma ni sabores más ácidos, por lo que no disfrutaremos del vino.
Por el contrario, si tomamos un vino que se encuentra “caliente” (es decir, por encima de los 20ºC), pasaremos a notar mucho más los alcoholes.
Los vinos tintos jóvenes es interesante consumirlos frescos, es decir, a una temperatura de unos 13 o 14ºC.
¿Cómo conseguir esto en casa antes de servirlo?
Lo más rápido y efectivo si no tenemos vinoteca con regulación de temperatura es meter la botella de nuestro tinto joven unos 5 minutos en un recipiente con agua y hielo.
La temperatura ideal de un vino crianza es de 15ºC, como nuestro emblema El Coto Crianza.
Podemos seguir el mismo método que el anterior si ha estado descansando en un espacio con una temperatura más alta, pero debemos tener cuidado de no enfriarlo demasiado.
Un reserva o un gran reserva servido con una temperatura inferior a los 16ºC se mostrará mucho más duro en boca.
Además, no apreciaremos bien el bouquet o aroma terciario.
Por eso, lo recomendable para servir estos vinos, como Coto de Imaz Reserva o Coto Real Reserva es hacerlo con una temperatura de mínimo 16º y máximo 18ºC.
No todos los vinos blancos se toman a la misma temperatura.
No solo los tintos varían sus grados en función del tiempo de crianza, ¡los blancos también!
En el caso de uno joven como nuestro El Coto Blanco Verdejo, lo serviremos a una temperatura de unos 7ºC.
Servir este vino a la temperatura correcta nos permitirá disfrutar de los aromas intensos de fruta tropical, hinojo y anisados.
Es ideal para acompañar pescados, mariscos, arroces y platos de pasta.
Si estamos hablando de un vino blanco que ha pasado por una mayor crianza como nuestro Coto de Imaz Reserva blanco, la temperatura de servicio se eleva hasta los 12ºC.
Este es un vino verdaderamente especial cuando hablamos de blancos, puesto que lleva a cabo su crianza durante 12 meses en barricas de roble francés.
Después, permanece en botella durante un mínimo de 12 meses donde adquiere su bouquet característico.
Este blanco, sin embargo, es el mejor aliado de la caza, carnes rojas y ternera.
La temperatura ideal de servicio es, al igual que con los blancos jóvenes, de unos 7 u 8ºC.
Los vinos espumosos jóvenes es recomendable que sean servidos bastante fríos, a una temperatura de entre 6 y 8ºC.
Mientras que para los que consideramos “de añada”, con una mayor crianza, la temperatura puede elevarse hasta los 8 o 10ºC.
Los vinos blancos semidulces son ideales para entrantes y aperitivos, quesos, frutas y postres, tienen una temperatura de servicio igual a un vino blanco al uso, es decir, de entre 7 y 8ºC.
Vino tinto joven: 13 - 15ºC
Vino tinto crianza: 15ºC
Vino tinto reserva y gran reserva: 17 - 18ºC
Vino blanco joven: 7 - 8ºC
Vino blanco con crianza / reserva: 12ºC
Vino rosado: 7 - 8ºC
Vino espumoso joven: 6 - 8ºC
Vino espumoso de añada: 8 - 10ºC
Vino blanco semidulce: 7 - 8ºC
Si además te preguntas cuál es la mejor forma de guardar el vino en casa, no te pierdas este artículo en el que resolvemos todas tus dudas tanto si lo tienes cerrado como abierto.