Las flores comestibles han ganado en popularidad tanto en la gastronomía como en el cake design, y hay muchas opciones que explorar. Sin embargo, según Fábio Soares, propietario de Terra D’Avó, empresa productora de flores comestibles, no todas las flores son aptas para el consumo humano, e incluso dentro del grupo de las que sí lo son, sólo deben utilizarse en la cocina las cultivadas con este fin, ya que algunos productos utilizados durante el desarrollo de las plantas ornamentales, como insecticidas y fungicidas, las hacen no aptas para la ingestión humana.
Por eso, es importante tener en cuenta dónde se compran estas flores, y también es aconsejable optar por productos biológicos.
A continuación, le presentamos algunas de las flores comestibles más utilizadas en la gastronomía:
El amor perfecto es quizás la flor comestible más famosa debido a su disponibilidad en varios colores brillantes que realzan la presentación de cualquier plato, y a su versatilidad, al tener un sabor muy suave, que permite integrarla en casi cualquier tipo de creación gastronómica.
Con su sabor ácido y ligeramente amargo, estas flores, que ocupan un lugar destacado en muchas habitaciones, son ideales para añadir a los postres o para acompañar carnes grasas.
Aunque no tienen un sabor intenso o característico, las siemprevivas, especialmente las moradas, son muy apreciadas como elemento decorativo.
Degustar la crujiente flor de la planta de hielo es como probar un poco de mar: un sabor fresco, delicado y salado que acompaña perfectamente a los platos de pescado o marisco.
Con ramitas que forman un pequeño ramo, esta flor hace honor a su nombre con un dulce sabor a miel.
Las capuchinas, que crecen espontáneamente en los campos, se utilizaban antiguamente en las ensaladas, con un fuerte sabor picante, suavizado por un regusto dulce.
Llamada por los ingleses de society garlic, esta flor lleva toda la intensidad del sabor del ajo en sus pequeños pétalos lilas.
De color púrpura o verde, la flor de albahaca nos regala con el aroma de esta hierba aromática en forma de un delicado tallo florido.
De color lila delicado que se torna azul cuando la flor está en su apogeo, la borraja tiene un sabor fresco, parecido al del pepino.