:

¿Cómo acompañar vino rosado?

Eric Baeza
Eric Baeza
2025-10-28 03:31:01
Respuestas : 5
0
El vino rosado se caracteriza por su frescura y notas ligeras, lo que lo hace ideal para acompañar pescados y mariscos. Un rosado seco es perfecto para saborear junto a un plato de gambas al ajillo o una dorada a la sal. Las ensaladas frescas y ligeras combinan perfectamente con el carácter de un vino rosado. Opta por ensaladas que incluyan ingredientes como rúcula, espinacas y frutas rojas. Una tabla de quesos variados es una excelente manera de disfrutar del vino rosado. Quesos como el feta, mozzarella y especialmente el queso de cabra son ideales. Los frutos rojos no solo complementan estéticamente al vino rosado, sino que también en sabor. Fresas, frambuesas y cerezas pueden ser acompañantes o ingredientes principales en postres y platos que potencian el perfil afrutado del vino. Un rosado más robusto puede soportar la riqueza de platos como un filete de ternera a la parrilla o unas brochetas de cordero. Los platos de arroz, especialmente aquellos que llevan mariscos o ingredientes ligeros, son ideales para acompañar con un vino rosado. Las pastas con salsas ligeras, como una carbonara o una salsa de limón y alcaparras, se benefician de la frescura de un vino rosado. Una tarta de queso con frambuesas o una tarta de frutos rojos son el final perfecto para una comida donde el vino rosado haya sido protagonista.
Ona Heredia
Ona Heredia
2025-10-27 23:42:22
Respuestas : 11
0
El Vol d'Ànima de Raimat Rosé Ecológico nace de un assemblage de cabernet sauvignon y merlot y es un rosé de perfil más clásico. Es un vino engalanado en sutiles notas de frutos rojos y con una delicada acidez, idóneo para el maridaje con vinos rosados para platos de pasta e incluso arroces secos, como la popular paella. El segundo asocia cabernet sauvignon y tempranillo de cultivo orgánico y tiene un perfil más intenso, por lo que resulta quizás más versátil en la mesa. Se adapta al maridaje con vinos rosados para la degustación de pescados azules, aves de caza, carnes blancas... además de arroces y pastas. La pinot noir también ofrece un rosado de perfil sutil en Viñas de Anna Pinot Noir, que con sus finos matices de fresa, cerezas y frambuesa sugiere armonías delicadas para el maridaje con vinos rosados con platos elaborados a partir de legumbres y pescados con salsas ligeras. En Rioja, por ejemplo, Bodegas Bilbaínas presenta el Viña Pomal Rosado, donde la tradicional garnacha tinta realiza un contrapunto con una variedad blanca autóctona de ese histórico viñedo, la viura, para delinear un carácter muy singular, capaz de seducir tanto a los amantes de los vinos clásicos como a los seguidores de las nuevas tendencias y novedades en vinos. La tempranillo, por su parte, protagoniza –en compañía de la cabernet sauvignon– el Nuviana Rosado, un vino joven de notable carácter que afronta sin riesgo platos de sabor intenso, como guisos de bacalao, arroces marineros y embutidos. Incluso es idóneo para el maridaje con vinos rosados de algún plato picante, como unos tacos mexicanos aderezados con chile. En la Ribera del Duero, la bodega Legaris acaba de lanzar al mercado dos nuevos vinos rosados: Legaris Rosado, 100% tinto fino, es un vino muy versátil que combina perfectamente con el maridaje perfecto de tapas, platos frescos, ensaladas y pasta. Y un rosado de altura en su colección de Vinos de Pueblo, Olmedillo de Roa Rosado, una elaboración del vino rosado con las variedades autóctonas tinto fino y albillo, es un vino que sorprendentemente ganará en los próximos 2-3 años, y funciona muy bien para el maridaje con vinos rosados con carnes blancas, pasta y marisco.

Leer también

¿Qué preparado se puede hacer con vino rosado?

Cuando llega el verano el vino rosado aparece casi por arte de magia en cada una de las terrazas de Leer más

¿Para qué sirve el ajo con vino?

El vino, sobre todo el tinto, es objeto de estudio hace varios años debido a sus potenciales ventaja Leer más

Hugo Niño
Hugo Niño
2025-10-27 22:08:00
Respuestas : 8
0
El vino rosado espumoso se puede acompañar de cualquier comida o cena al igual que un vino tinto, solo hay que saber cuál es su mejor maridaje. El vino rosado espumoso puede maridar con casi cualquier tipo de alimento debido a su ligereza. Los vinos rosados espumosos no solo son requeridos para el aperitivo, momento para el que es una bebida perfecta por su frescor y ligereza, sino también durante toda la comida. Tienen un equilibrio idóneo de sequedad y burbujas que enriquecen cualquier tipo de experiencia gastronómica. La suavidad del vino rosé depende en gran medida de la alternativa que escojamos. Suele maridar con una amplia carta de platos, que oscilan desde comidas más fuertes o grasas como carnes, por su efecto carbónico que estimula los sabores sin aportar gas; hasta platos más ligeros como pescados a la plancha o ensaladas. El proceso de los vinos espumosos hacen que tengan burbujas pequeñas, uniformes y suaves que entregan cremosidad a la boca y liberan las papilas gustativas favoreciendo el sabor de los platos más densos. Nuestra recomendación es que al seleccionar un rosado, pienses en la armonía que debe haber entre la receta y la bebida. Las salsas de mariscos acompañan mejor con una opción más ligera y seca, lo mismo sucede con las ensaladas y los platos picantes. En el caso de ser una salsa con toques dulzones (porque contenga cebolla caramelizada o tomate dulce) puedes seleccionar una opción más afrutada. El pollo, las carnes ahumadas y la carne de cerdo también maridan bastante bien con esta variedad. Puedes elegir un rosado afrutado, mejor aún si le agregas a la receta una salsa a base de miel. Los pescados blancos como la merluza, son ideales para ser disfrutados junto a una copa de rosé joven. La caballa, el atún y la trucha son también una idea deliciosa para un rosado con más cuerpo. Si eres fanático del sushi, entonces elige un vino rosado, no te arrepentirás. El frescor que produce la ensalada es único y más aún si es combinada con un vino rosado seco que tenga mayor acidez y menos carga frutal. Cuando llega la hora del postre hay libertad absoluta en cuanto al tipo de vino rosado. Hay quienes prefieren las bebidas más ácidas para contrastar el dulzor del plato; mientras que otros se fijan en las alternativas más armónicas con rosados más afrutados, más densos y con más cuerpo.