De norte a sur y de este a oeste, la Comunidad Andaluza se caracteriza por tener una increíble variedad de platos típicos, marcados por el clima de cada provincia y sus gustos locales.
Desde el pescado fresco de la costa de Cádiz, servidos asados o fritos, a las hortalizas del salmorejo cordobés, pasando por el jamón ibérico de la Sierra de Huelva o las migas de Almería, cruzar Andalucía de un extremo a otro sirve para comprobar cuán rica es esta región.
Estos son algunos de los mejores platos típicos que podremos probar en Andalucía y en qué provincia puede que os los sirvan mejor.
Hablar de platos típicos de Andalucía es hablar del salmorejo, una exquisita crema densa de tomate que solo lleva, además de esta hortaliza, pan, aceite de oliva virgen extra, sal y ajo.
Quién prueba las papas con chocos repite.
Un guiso espectacular aderezado con guisantes, tomate, pimiento verde, ajo y laurel, cebolla y un chorro de vino blanco.
Ahora tomamos rumbo a Jaén para encontrarnos con la pipirrana, un aliño de hortalizas, vinagre y aceite de oliva virgen extra que sirve como perfecto acompañamiento en pescados asados.
La pipirrana es perfecta en los días en los que aprieta más el calor, con una buena cerveza artesanal.
Es un plato muy típico de la capital andaluza y que no posee una receta cerrada y específica.
La receta de este plato como se cocina tradicionalmente en Sevilla lleva huevos, jamón, chorizo, guisantes, cebolla y ajo, pimiento morrón, patatas, salsa de tomate, aceite de oliva virgen extra y sal.
No es literalmente una receta, sino una manera exacta de preparar la sardina muy típica de la costa malagueña.
El espeto es la caña donde se ensartan las sardinas: posteriormente se colocan junto a una hoguera de leña, vigilando siempre la dirección del viento para evitar que el fuego las queme.
Se sazona con sal y listo.
Volvemos a Cádiz para degustar unas deliciosas tortillitas de camarones, hechas con camarones frescos, perejil, cebolleta y harina.
Se fríen en abundante aceite para que puedan obtener ese crujiente tan apetitoso.
No, no nos vamos de Cádiz.
La provincia española más al sur es el paraíso de los amantes del pescado fresco y el cazón en adobo es uno de entre los muchos que podemos degustar junto con un buen vino blanco.
La carne del cazón es muy apropiada para comerla en tacos y la sazón que le aporta el adobo, un marinado a partir de una mezcla de ajos, sal, laurel, pimiento, comino y orégano fresco, es simplemente irresistible.
Por favor, no cometáis la osadía de confundir el gazpacho con el salmorejo.
Al menos, no delante de un andaluz.
El gazpacho, a pesar de llevar tomate especialmente de pera como ingrediente primordial, no lleva pan.
Al menos, no el gazpacho tradicional.
Evidentemente, podemos añadirle lo que queramos, pero no será un gazpacho como el de siempre.
Y la es cebolla es opcional: solo tomate, pepino, pimiento y ajo.
Y de nuevo Córdoba es la protagonista de este ránking que de seguro te está abriendo el apetito.
El flamenquín es un rollo rebozado cuyo protagonista es el cerdo, con el lomo y el jamón como estrellas.
En su origen este rebozado no lleva queso, pero hay quien lo prefiere así.
Como el rabo de toro, un auténtico tesoro culinario.