Estos animales han sido compañeros inseparables del ser humano desde el Neolítico. Las vacas fueron unos de los primeros animales domesticados gracias a su personalidad mansa, ya que eran bestias de carga y de consumo. De hecho, en inglés se les conoce como «cattle», que viene del anglonormando «chattel», que significa «posesión». A lo largo de los siglos, el ganado vacuno se ha adaptado a todo tipo de climas y entornos, dando lugar a una gran variedad de razas. Desde la gigantesca Chianina Italiana hasta la famosa Wagyu japonesa, conocida por su grasa marmoleada, cada raza tiene sus propias características increíbles. La producción moderna ha llevado el ganado vacuno a otro nivel. En países como Estados Unidos y Australia, se combinan razas europeas y asiáticas para adaptarse a diferentes climas y necesidades. Y la demanda creciente de carne ha llevado a una mayor intensificación de la producción.