El queso de cabra es uno de los productos lácteos más antiguos y apreciados del mundo. Su historia está estrechamente vinculada con la domesticación de las cabras y la evolución de las técnicas de producción quesera a lo largo de milenios. La producción de queso de cabra se remonta a los primeros días de la domesticación de las cabras, que ocurrió aproximadamente hace 10,000 años en el Creciente Fértil, una región que incluye partes de los actuales Irak, Siria, Líbano, Israel y Jordania. Las cabras eran valoradas por su leche, carne y piel, y el queso surgió como una forma eficaz de conservar la leche. En el sitio arqueológico de Çatalhöyük, en la actual Turquía, se han encontrado restos que sugieren la producción de queso de cabra hace más de 8,000 años. Textos sumerios y babilónicos mencionan el queso, aunque no especifican si era de cabra, es probable que las cabras fueran una de las principales fuentes de leche para la producción de queso en esa época. El queso de cabra fue altamente valorado en la antigua Grecia y Roma. Hoy en día, el queso de cabra se disfruta en todo el mundo, con una amplia variedad de estilos, desde frescos y suaves hasta curados y robustos. En Quesos Santa María del Cerro, nos sentimos honrados de continuar esta tradición milenaria, ofreciendo quesos de cabra que capturan la esencia de nuestra historia y el sabor de nuestra tierra.