El maridaje consiste en buscarle un acompañante o pareja perfecta a un plato o a una bebida, puede ser un vino, una cerveza, un pisco u otros licores. Para poder disfrutarlo solo necesitas de una buena compañía, un delicioso menú y un vino que maride a la perfección. Maridaje por intensidad: Esto significa que el vino no puede ser más intenso que el plato o el plato más fuerte que el vino. Un lomo a las tres pimientas, que es un plato con fuerza, marida perfecto con un vino intenso, como el Cabernet Sauvignon. Maridaje por sensación: Aquí un buen ejemplo es un ceviche, la fusión del rocoto con el limón, marca una rica acidez. Este tipo de platos va perfecto con un vino seco y con toques de acidez como el Sauvignon Blanc. Maridaje por contraste: Aquí puedes maridar un vino dulce con un queso azul que es salado, este maridaje es una opción deliciosa.