La variedad de estilos de cerveza permite encontrar combinaciones perfectas con muchos alimentos, y algunas de las armonías más destacadas incluyen: Platos ácidos y amargos: La cerveza es una excelente opción para equilibrar la acidez de ciertos ingredientes como el vinagre.
Por eso, combina a la perfección con escabeches, ensaladas frescas y salpicones de marisco.
Además, platos con tomate o verduras de sabores ligeramente amargos también encuentran en la cerveza un buen acompañante, creando un equilibrio refrescante.
Sabor agridulces: La cocina oriental, con sus salsas a base de soja y su toque de picante, encuentra un excelente compañero en la cerveza, que aporta el contraste ideal.
También, las clásicas hamburguesas con kétchup y mostaza se realzan mejor con una cerveza que con cualquier otra bebida, gracias a la capacidad de la cerveza para equilibrar los sabores fuertes.
Carnes: Al maridar carne con cerveza, es importante tener en cuenta el tipo de condimentos y salsas que acompañan el plato.
Cuanto más fuerte sea el sazonamiento, como en platos especiados o a la parrilla, más oscura y con mayor cuerpo debería ser la cerveza elegida.
Pescados: Sorprendentemente, los pescados como atún, sardinas o salmón combinan bien con cervezas.
Además, las cervezas más ligeras también armonizan perfectamente con pescados marinados o ahumados, ofreciendo un equilibrio entre la frescura del pescado y la complejidad de la cerveza.
Postres: Especialmente aquellos que llevan chocolate, la cerveza negra es el compañero ideal.
Su sabor a regaliz y frutos secos contrasta perfectamente con la intensidad del chocolate, creando una experiencia de sabores profundos y satisfactorios.