A principios del siglo XX las barcas de “arrastre”, también llamadas “de bou”, salían a faenar desde el Grau de Gandia.
Esta rutina no cambiaba en todo el año.
Así pues, las barcas salían de noche, y mientras en verano volvía a la luz del atardecer, en invierno, regresaban también de noche.
En una de estas barcas, la “SANTA ISABEL”, con 6 marineros a bordo, aconteció que llegado el momento de preparar la comida, el cocinero, ese día, quiso deleitar al resto de la marinería con sus dotes culinarias, preparando una fantástica paella de marisco.
Pero cuál sería su sorpresa, al darse cuenta que no quedaba a bordo nada de arroz, y sí fideo compacto.
Fue así, como se le ocurrió trocear el fideo y añadirlo a la paella como si fuese verdaderamente arroz y tratándolo como tal.
Después de propuestas y más propuestas, optaron por definirlo con un nombre muy “gragüero” y sin ningún tipo de traducción a otros idiomas.
De aquí surgió la “FIDEUÀ”, que por haber nacido donde nació, pasó a ser conocida como “FIDEUÀ DE GANDIA” convirtiéndose, con el devenir de los años en nuestro plato por excelencia.
Santa Isabel fue la barca donde el hecho aconteció cuando corría el verano del mil novecientos doce.
Santa Isabel fue la barca y así se llamaba el collar que premiará nuestro guiso que se llama DE GANDIA FIDEUÀ.