La cebolla contiene azucares y proteínas. El estómago, por lo general, tarda más en procesar los azucares que consumimos, y por ello se produce una mayor cantidad de gases en el intestino. Al consumir mucha cebolla, aumentas la cantidad de azúcar, lo que hace se te puedan presentar muchos problemas en el sistema digestivo. Otro problema estomacal muy común que te puede generar, es la acidez, esto, al igual que los gases del intestino, se produce gracias a los azucares. Para las personas que padecen de problemas estomacales, no es recomendable el consumo en exceso de cebolla, ya que esta te puede aumentar o atacar esa deficiencia estomacal que ya posees. La cebolla contiene vitamina K, que es la responsable de que la sangre del cuerpo se coagule. Hay personas que consumen medicamentos que son anticoagulantes, y el consumo abusivo de cebolla tiende a generar una reacción contraria al efecto de dichos medicamentos. Existe la posibilidad de que seas alérgico a un alimento y no te des cuenta. Muchas personas son alérgicas a la cebolla sin saberlo y, por ende, la siguen consumiendo. Si sientes ardor, picazón en los ojos, enrojecimiento de la piel, hinchazón, picazón en la piel, enrojecimiento de los ojos, dificultad para respirar… son síntomas de que estás teniendo una alergia que puede ser producida por la cebolla. Ya te he mencionado que la cebolla contiene altos niveles de azufre, esto resulta beneficioso para las personas que padecen de diabetes o problemas del corazón, pero para quienes sufren de migraña, representa un gran problema. El consumo en exceso de azufre no solo causa mal aliento, también suele causar dolores de cabeza y mareos. Estos últimos síntomas son muy comunes en personas que sufren de migraña, por lo que es recomendable que si presentas esa condición, moderes el consumo de cebolla en tu dieta diaria.