La cebolla es rica en minerales y oligoelementos como calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo.
Y también en vitaminas A, B, C y E.
La cebolla es una hortaliza de la misma familia que otras tan conocidas como el puerro, ajos o cebollino.
Su origen se sitúa en Asia Central y hoy en día es una de las variedades más cultivadas y usadas en todo el mundo.
De acuerdo a datos de la Fundación Española de Nutrición, su principal componente es el agua, que supone el 90 % de la composición.
Asimismo, destaca la presencia de los siguientes nutrientes: Fibra Vitamina C, Vitaminas del grupo B, en especial folatos, Potasio, Fósforo, Flavonoides.
La cebolla es un vegetal que se convirtió en un ingrediente clavo para darle sabor y aroma a sus platos.
Sin embargo, más allá del placer para el paladar, presenta notables beneficios para el organismo.
Una de las propiedades que se le atribuyen a la cebolla es su acción diurética.
Por su alto contenido en potasio y bajo en sodio, es un alimento que favorece la eliminación de líquidos.
Un estudio publicado por Semantic Scholar señaló que los extractos de tres clases diferentes de cebolla muestran la capacidad de inhibir bacterias como Staphylococcus aureus o Escherichia coli.
De ahí su acción bactericida y fungicida.
Estudios avalan la ayuda de comer cebolla al asma en personas con asma.
Diferentes análisis en humanos y animales sugieren su utilidad en personas con asma y enfermedades pulmonares obstructivas, determina una publicación de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).
Un remedio casero recomendado desde tiempos antiguos es colocar una cebolla partida por la mitad al lado de la cama por la noche.
El objetivo es que sus vapores pueden ayudar a respirar mejor y aliviar la tos para dormir mejor.
Comer cebolla cruda protege el corazón, uno de los compuestos no nutritivos de este vegetal es la quercetina, responsable de los beneficios de la cebolla para el sistema cardiovascular.
Científicos explicaron en un trabajo publicado en la revista ACS Omega, ayuda a disminuir la presión arterial, mejora la función de los vasos sanguíneos y reduce el estado inflamatorio.
La fibra es buena para la actividad en los intestinos.
La fibra presente en la cebolla contiene fruto-oligosacáridos, un componente que no se puede digerir en el estómago y llega intacto al colon, donde es degradado por las bacterias intestinales.
De este modo puede favorecer el crecimiento de las bifídobacterias e inhibir el desarrollo de las bacterias patógenas, difunden los especialistas.
Una microbiota intestinal en buen estado favorece las funciones del colon y apoya el sistema inmunitario.
Son diversos los compuestos con acción antioxidante que se encuentran en las cebollas, como la vitamina C y múltiples flavonoides como la quercetina.
La función de los antioxidantes es proteger las células frente a la acción de los radicales libres.
Su daño se asocia al envejecimiento prematuro y a la aparición de ciertas enfermedades.
La cebolla cruda es una aliada de las personas con azúcar elevado en sangre y diabetes.
Médicos afirman que incluir este alimento a la dieta cotidiana puede contribuir en la regulación de la glucosa en sangre.
Así, la cebolla cruda se convierte en una aliada de las personas con azúcar elevado o con diabetes no insulinodependiente.
Así lo muestran los datos publicados en Environmental Health Insights.
Diferentes revisiones de estudios apuntan que las personas que consumen mayor cantidad de vegetales de su misma familia, presentan tasas menores de cáncer de estómago y cáncer de colon.
Pero siempre hay que ser prudentes ya que las posibles causas de esta enfermedad son múltiples; por lo que se requiere de muchos más estudios e investigaciones sobre estos efectos.
Comer cebolla cruda combatir el envejecimiento.
Además proporcionan energía, saciedad y ayudar a nutrir el organismo, por eso comer verduras todos los días colabora a mantener un peso saludable, una buena hidratación e, incluso comerlos crudos.