La temporada de calçots, que va de noviembre a abril, trae consigo una oportunidad perfecta para degustar este manjar típico de Cataluña en un ambiente distendido y acogedor.
Este restaurante de la Sierra de Madrid ofrece una experiencia que combina tradición y sabor, a un precio muy competitivo: menos de 30 euros por persona.
Además de los calçots asados al punto, servidos con salsa romesco, la propuesta incluye pan con tomate, embutidos catalanes y un surtido de carnes a la brasa.
Los visitantes del restaurante Calsot no solo podrán disfrutar de los tradicionales calçots, servidos de manera auténtica envueltos en papel de periódico y presentados sobre tejas, sino también de una amplia oferta gastronómica.
Desde caracoles a la llauna hasta verduras a la brasa, pasando por postres caseros como la crema catalana, cada detalle ha sido pensado para transportar a los comensales al corazón de Cataluña.
Para quienes buscan algo más que calçots, la carta incluye especialidades como butifarras de diferentes tipos, conejo, pollo, y las tradicionales chuletas de cordero.
Todo esto acompañado de una cuidada selección de vinos catalanes y, para los más atrevidos, sangría de cava.
Cada plato está elaborado con productos frescos y de calidad, garantizando una experiencia culinaria memorable.
Además, el restaurante cuenta con competencia en la misma calle, como Los Picazos, otra opción interesante para quienes deseen explorar más sabores.
Este local añade a sus brasas productos como batatas, puerros y yuca, ampliando la variedad para los comensales más curiosos.
La experiencia de comer calçots es interactiva y divertida; los comensales se sumergen en la tradición, manchándose las manos y disfrutando de una comida al aire libre que se convierte en una auténtica fiesta.