El vinagre contiene propiedades antioxidantes, algo que ayuda a mantener las células sanas y jóvenes.
Así, su funcionamiento se mantiene activo, y evita enfermedades que provienen de la oxidación celular.
Además de esto, un consumo regular de vinagre reduce los niveles de glucosa en la sangre, y también disminuye la presión arterial.
De este modo, previene enfermedades como la diabetes y la hipertensión.
Evidentemente, además de consumir este alimento, es imprescindible llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio de forma habitual para obtener los resultados deseados.
El vinagre de vino blanco, el balsámico de módena, el de vino tinto y el de jerez son distintos tipos de vinagre.
Algunos maridan mejor con un tipo de ensaladas que otros.
El vinagre es saludable, sí, pero también potencia el sabor de tus ensaladas si eliges el correcto.
Usar el vinagre adecuado para potenciar el sabor de los platos veraniegos es aprovechar los beneficios del vinagre al máximo.
No porque un vinagre sea mejor que otro, sino porque tu paladar degustará unas ensaladas deliciosas, a la vez que fomentas tu propio bienestar y el de tu familia.