El ajoblanco es un plato tradicional andaluz, elaborada con almendras, ajo, pan, aceite de oliva, vinagre y agua.
Es una sopa fría deliciosa ideal para refrescarte y combatir el calor del verano.
Es una especie de gazpacho de almendras, aunque no lleva tomate.
Refrescante, nutritvo y sorprendentemente fácil de preparar en solo 15 minutos,
De textura cremosa, y aspecto muy apetecible, se sirve muy frío acompañado de uvas.
Es una joya de la cocina tradicional.
En realidad el ajoblanco es una sopa fría, cuyo principal ingrediente son las almendras.
El ajoblanco es un plato muy rico y de sabor elegante que principalmente se degusta en verano.
Paso 1 Poner en un mortero las almendras con el ajo ya pelado y un poco de sal y machacar hasta obtener una fina pasta.
Paso 2 Verter el aceite poco a poc hasta que la pasta adquiera consistencia y añadir a continuación el vinagre.
Paso 3 Volcar la salsa en un cuenco y añadir poco a poc el agua fría mientras vamos removiendo.
Si queres dar al ajoblanco una textura más densa y que tenga algo de "mordiente", añade a la receta unos gramos de miga de pan del día anterior.
Raciones: 4
Tiempo de preparación: 15 mins
Tiempo de cocción: 15 mins
Tiempo total: 15 mins
70 g de almendras crudas
2 cucharadas de vinagre de jerez
1 vasito Aceite de oliva virgen extra
1 Ajo
1 L de agua fresca
Sal
Es muy fácil de preparar, se hace en poco tiempo y con muy poco esfuerzo.
Eso sí, como en este tipo de elaboraciones tradicionales, en cada casa se hace a su propia manera dándole su toque particular y diferenciador.
Servir frío.