La época de siembra y el tipo de cebolla juegan un papel fundamental en la disponibilidad del producto, pero también influyen otros factores que deben considerarse para una correcta planificación de suministro y una gestión eficaz del inventario.
La cebolla se adapta mejor a climas templados y frescos, con temperaturas ideales entre 13°C y 24°C durante el periodo de desarrollo.
Estas condiciones climáticas permiten una formación óptima del bulbo, asegurando que el producto final que llega a nuestros clientes sea de tamaño adecuado y sabor óptimo.
Además, al trabajar de manera constante con prácticas agrícolas controladas, garantizamos una disponibilidad fiable.
Las cebollas se dividen en variedades de día corto, medio y largo, que responden a la cantidad de horas de luz diaria que reciben.
Las cebollas de día corto, por ejemplo, son ideales para zonas donde la duración del día es más breve, y se desarrollan mejor durante la siembra de otoño.
Por otro lado, las cebollas de día largo necesitan veranos largos y soleados, lo que les permite crecer de manera óptima.
Esta clasificación es esencial para garantizar que, independientemente de la época del año, nuestros clientes cuenten con la variedad que mejor se adapte a sus necesidades y a las preferencias del mercado local.
La época de siembra influye directamente en la disponibilidad del producto.
Si deseas contar con cebollas frescas para la temporada de primavera, es recomendable realizar pedidos para cubrir la producción sembrada en otoño.
De igual forma, para cubrir el suministro durante el verano y el otoño, puedes anticipar tus pedidos de la siembra de primavera.