Las cebollas nunca pueden faltar en nuestra cocina, por lo tanto, tampoco en nuestro huerto.
Un cultivo que no suele dar problemas para poder obtener una buena cosecha.
Hay muchas variedades y se clasifican según el color; blancas, rojas o amarillas ó según el fotoperiodo, de día corto o día largo.
La Siembra se puede realizar de forma directa o en semillero.
La dosis es de 2 a 3 semillas por alveolo del semillero, y se puede sembrar a voleo.
El trasplante se realiza cuando la planta tiene el grosor de un lápiz, generalmente a los 2,5 meses después de la siembra.
La germinación ocurre en 8-10 días a una temperatura óptima de 20ºC.
La temperatura para el cultivo debe estar entre 5 y 30ºC.
La recolección de cebollas tiernas se produce en 3-4 meses, y para cebollas secas en 5 meses.
El riego debe ser escaso y espaciado, y se puede cultivar en un recipiente con una capacidad mínima de 5 litros.
El marco de plantación recomendado es de 25-40 cm entre filas y 10-15 cm entre plantas.
Las cebollas de día corto son adecuadas para siembras de otoño, mientras que las de día largo son mejores para siembras de primavera.
Se pueden cultivar en climas fríos y templados, siempre y cuando se cumplan las necesidades óptimas de fotoperiodo y temperatura.
El suelo ideal es de consistencia media con un pH entre 6 y 7, y si el suelo es demasiado arcilloso o compacto, los bulbos no podrán crecer mucho en tamaño.
Se debe evitar plantar cebollas cerca de ajos, puerros y legumbres, y es recomendable esperar 3 años antes de volver a plantar cebollas en la misma zona.
Es importante realizar escardas periódicas y evitar el exceso de humedad para prevenir plagas y enfermedades.
La cosecha se determina según el estado de las hojas exteriores, y se puede esperar a que estén totalmente agostadas o cosecharlas con 2 o 3 hojas secas.
Es importante secar bien los bulbos después de la cosecha para evitar la pudrición.
Debido a que los bulbos son sensibles a la humedad excesiva, los riegos deben ser escasos y espaciados.
Los cultivos de día largo requieren un riego más frecuente debido a que su vegetación ocurre en primavera y verano.
Es recomendable realizar tratamientos preventivos con jabón potásico y aceite de neem cada 15-20 días para controlar plagas.
Las enfermedades más comunes son el mildiu y la pudrición de los bulbos, generalmente causadas por el exceso de humedad, por lo que se deben reducir los riegos y pulverizar con Cola de Caballo para subsanarlas.