Nuestro territorio se ubica en el Sur de la provincia de Burgos, limitando al Suroeste con la provincia de Segovia, al Este con Soria y al Oeste con Valladolid y Palencia. Comarca de gran riqueza fluvial, bañada principalmente por el Río Duero que la atraviesa de Este a Oeste y que constituye el recurso primordial que da a este territorio toda su riqueza y su diversidad paisajística y faunística. Caben enumerar todos sus afluentes: Arandilla, Aranzuelo, Bañuelos, Gromejón y Riaza, que junto a los arroyos y el río Esgueva nos confieren un paisaje característico de ribera y bosque de gran belleza y con una riqueza ornitológica importante. Es esta vegetación no humanizada la que confiere un verdor especial al paisaje, los bosquetes, la vegetación de ribera que acompañan el discurrir de ríos, arroyos, fuentes… siempre teniendo en cuenta que la comarca de la Ribera del Duero Burgalesa es una zona eminentemente agrícola, explotada desde antiguo, desde las fértiles vegas de regadío hasta los amplios páramos de cereal, pasando, como no, por los extensos viñedos que salpican el paisaje. La comarca de la Ribera del Duero Burgalesa es una zona eminentemente agrícola, explotada desde antiguo, desde las fértiles vegas de regadío hasta los amplios páramos de cereal, pasando, como no, por los extensos viñedos que salpican el paisaje. El binomio vino de Ribera del Duero y lechazo de Castilla y León es inseparable porque es una experiencia gastronómica inigualable. Un visitante no puede irse sin recorrer el rico patrimonio histórico y cultural que nuestros antepasados nos dejaron, y que le hará entender el por qué de nuestra identidad y carácter castellano. Es entonces, cuando conocerán la amabilidad y sencillez de la gente de la Ribera del Duero Burgalesa.