¿Cómo preparo torrijas caseras?
Corta las barras de pan en rebanadas de dos centímetros de grosor o, si lo prefieres, puedes comprar en el supermercado pan específico para torrijas.
El pan no puede ser de ese mismo día, sino que tendrás que tener pan acumulado de días anteriores.
Una vez tengas cortadas las rebanadas de pan para torrijas, pon a hervir la leche acompañada de las ramas de canela, la piel de un limón y azúcar al gusto.
Una vez haya enfriado la leche, baña las rebanadas de pan, bate los huevos y fríelas en una sartén con abundante aceite de oliva de España.
Para terminar, esparce por encima el azúcar y la canela dándole un toque de sabor.
Esta no es la única forma de preparar torrijas.
Hay diferentes variantes en función de tus gustos.
Si eres amante del chocolate, puedes cocinar torrijas de chocolate.
Torrijas de Chocolate:
Para preparar torrijas de chocolate solo tienes que añadir dos o tres cucharadas de cacao cuando hiervas la leche, en el paso 2.
Seguro que así también los más pequeños de la casa querrán repetir una y otra vez.
¡Y los mayores también!
Torrijas con miel:
Otra opción para darle un toque diferente es preparar torrijas con miel.
Para ello sólo tienes que añadir miel en la última fase de la preparación.
¿Quién puede resistirse a esto?
Torrijas con almíbar:
Si te gusta el almíbar para torrijas, puedes prepararlo al inicio del proceso, dejar que enfríe y añadirlo al final, cuando las torrijas estén preparadas.
Para elaborar el almíbar para torrijas sólo tienes que cocer en un cazo azúcar (100g), miel (20g) y brandy (15ml).
Añade agua (165ml) y deja 10 minutos más.
Aparta del fuego y reserva hasta que esté frio.
Torrijas de otros sabores:
Como ves, las torrijas nos ofrecen muchas posibilidades.
Solo debes seleccionar bien los ingredientes y ¡ponerte en marcha!
También puedes, por ejemplo, mezclar la leche hervida con vino o anís.
¡Tendrán un sabor delicioso!
Más aún si al final del proceso espolvoreas azúcar glass por encima.
¿Con qué acompañar las torrijas de leche?
Las torrijas de leche son deliciosas por sí mismas, pero puedes acompañarlas con fruta fresca, helado de vainilla, o incluso con un café o una infusión para realzar su sabor.
También puedes añadir una bola de sorbete de cítrico para un contraste refrescante.
¡Experimenta y encuentra tu combinación favorita!