Para preparar las torrijas españolas, es importante elegir el tipo de aceite adecuado, ya que esto puede afectar el sabor y la textura del plato. El aceite de oliva virgen extra es una opción popular, pero también se puede experimentar con otros tipos de aceites como el aceite de orujo de oliva. El sabor del aceite de oliva es más distintivo y característico en comparación con el aceite de girasol. Freír las torrijas en aceite de oliva puede agregar un sabor más robusto y rico. Por otro lado, el aceite de girasol tiene un sabor más neutro, lo que puede permitir que el sabor de la torrija en sí misma sea más prominente. Desde el punto de vista nutricional, el aceite de oliva es considerado más saludable que el aceite de girasol. La receta tradicional de torrijas al estilo casero implica empapar rebanadas de pan del día anterior en leche aromatizada con canela y azúcar, y luego freírlas en aceite de oliva. La preparación de las torrijas se divide en varias partes, incluyendo la preparación de la leche aromatizada, el empapado del pan, la preparación para freír y el freír de las torrijas. Finalmente, se pueden servir calientes o frías, espolvoreadas con azúcar y canela en polvo, y acompañadas de miel, almíbar o helado si se desea.