Si tu nevera tiene la potencia al máximo, ¡seguro que te mantiene todo fresco y crujiente.
Pero ojo, si guardas la pasta en la nevera con una potencia muy alta, es posible que se seque más rápido y pierda su sabor y textura original.
Por otro lado, si la potencia de la nevera es baja, la pasta puede aguantar menos tiempo antes de ponerse mala.
Así que hay que encontrar el punto medio perfecto para conservar la pasta en la nevera.
Recipiente No todos los recipientes son iguales.
Por ejemplo, si guardamos la pasta en un recipiente hermético, se mantendrá en mejor estado durante más tiempo.
Además, al ser hermético, evitamos que, entre aire y humedad, lo que puede hacer que la pasta se seque o se contamine con otros olores.
Por otro lado, si guardamos la pasta en un recipiente abierto o con una tapa que no encaja bien, es posible que la pasta pierda su sabor y textura original más rápido.
Además, corre el riesgo de contaminarse con otros olores o sabores de otros alimentos que tengamos en la nevera.
La pasta fresca casera puede durar hasta 2 días en la nevera, mientras que la pasta seca comprada en la tienda puede durar entre 4 y 5 días.