El compango es un término latino muy apropiado pues tiene el significado de compañero, complemento, entre otras acepciones.
En el caso que nos ocupa se refiere el conjunto de carnes, embutidos y salazones que acompañan a les fabes.
La composición del compangu es muy variable y depende del tipo de guiso que se elabore y del costumbrismo de la zona donde se elabora.
En el occidente astur, además de los ingredientes cárnicos anteriores, resulta indispensable la presencia del butietsu (botelo o botillo) que en, oriente y en el centro es prácticamente desconocido.
Según la costumbre actual, el compangu más extendido, consta de chorizo, morcilla asturiana curada, lacón y tocino; si bien en algunas zonas se autoriza (o se tolera) la longaniza.
Les fabes se cuecen lentamente junto a su compangu… se nos olvidaba, la noche anterior las ponemos a remojo en agua fría; en otro recipiente, en agua templada, también se ponen a remojo el tocino, lacón, chorizo….
Al día siguiente, cuando empiecen a cocer quitamos la espuma que van soltando con una espumadera.
Al cabo de una hora de estar cociendo, siempre a fuego lento, se le echa un vaso de agua fría.
Así «espantamos» les fabes, que es lo mismo que frenar el hervor.
Seguimos cociendo a fuego lento y con la olla tapada hasta que las fabes estén hechas.
Si vemos que queda poco liquido le vamos añadiendo agua fría.
Pero teniendo cuidado de que no quede mucha ya que se pueden despellejar.
El tiempo que se tarda en cocer unes fabes es muy variable, hay quien emplea más de media jornada, aunque con aproximadamente unas tres horas puede valer.
Para servirla en la mesa meteremos les fabes con su caldo en una sopera y el «compangu» en una fuente aparte.