La pregunta sobre si es mejor utilizar pan rallado o galleta para rebozarlas es una cuestión de gustos, pero cada opción ofrece resultados diferentes en términos de textura y sabor. El pan rallado es el ingrediente más común en los rebozados tradicionales de croquetas. Ofrece una capa crujiente y ligera que permite que la bechamel en su interior permanezca suave. Por otro lado, algunos prefieren usar galleta molida para rebozar croquetas, especialmente las galletas tipo María. Esta opción proporciona un toque ligeramente dulce al rebozado, lo que puede contrastar de forma interesante con sabores salados como el jamón o el pollo en el relleno. La textura de la galleta también es más fina que la del pan rallado, lo que da lugar a un rebozado más compacto, aunque menos crujiente. Ambos métodos tienen sus seguidores. Mientras el pan rallado es ideal si buscas una croqueta más tradicional con una corteza crujiente, la galleta molida puede ser una excelente opción si deseas añadir un matiz diferente y más suave al plato. La elección entre ambos dependerá del tipo de croqueta que quieras preparar y de tus preferencias personales.