¿Qué acompañar con trucha?

Las truchas son uno de los pescados de río que más consumimos, ya sea en su versión de carne asalmonada o blanca. Son de sabor muy suave, por eso les combina tan bien un relleno salado como el jamón serrano o la panceta. Hay muchas recetas que se preparan con la pieza entera, con piel, un relleno y al horno. También quedan deliciosos los lomos limpios en rollitos, combinados con verduritas. Otra versión que se utiliza mucho en cocina es la ahumada. Truchas a la navarra con jamón, pimientos y patatitas. Las truchas, como son pescado de agua dulce, necesitan un contrapunto salado, por eso se preparan a la pescadora, abiertas y enharinadas, con alcaparras y anchoas. La trucha es un pescado de río, de fino sabor, a la que le sientan muy bien los rellenos como este, de espinacas, beicon y almendras, con acompañamiento de verduras. A la trucha asalmonada le va muy bien la preparación a la sal, que contrasta con el dulzor de este pescado de río. Se acompaña de patatas cocinadas al vapor y tomillo, romero, cilantro y orégano. Envolvemos los filetes de trucha en jamón serrano y los servimos con una salsa deliciosa de cebolla y piñones... ¡te chuparás los dedos.

Hay dos formas de hacer trucha al ajillo, en la sartén o al horno. La trucha, además de ser un pescado muy económico, es muy fácil de cocinar. En esta ocasión, hemos hecho la trucha en sartén. Si preferís hacerlas en el horno calculad unos 10 minutos de horneado a una temperatura de 180 ºC con calor arriba y abajo. Para hacerla en sartén los tiempos se reducen, con 2 o 3 minutos por cada lado será suficiente. El majado de ajo se hace aparte, en la misma sartén donde habíamos frito la trucha. La salsa se vierte sobre la trucha y el pescado queda impregnado de todo el sabor de los ajos. Para rebajar la grasa de este pescado además del ajo, le hemos puesto al majado vinagre de manzana, que puede sustituirse por zumo de limón.