Decimos 'hasta el momento' porque a partir de ahora el gazpacho es tan andaluz como catalán. Después de años de discordia, el nuevo Corpus de la cuina catalana, el libro oficial que recoge el recetario de la cocina en Cataluña, incluye el gazpacho como uno de los platos que forman la cultura gastronómica catalana. Desde Andalucía siempre se ha reivindicado el gazpacho como un plato genuino de la cultura gastronómica andaluza.
Una receta andaluza, aunque ahora se come gazpacho en todas las casas, en sus orígenes se trataba de una comida de campesinos, que durante sus jornadas mojaban el pan duro en agua y lo acompañaban con algo de tomate, aceite, sal y vinagre, además de otras hortalizas picadas como pepino o pimiento.
Ya en 2006, el director de la Fundació Alícia, que formó parte de la dirección de la versión original del Corpus de la cuina catalana, comparó el gazpacho con el fricando, asegurando que, de igual manera que se hizo con el segundo plato, el primero se terminaría incluyendo.
Según Toni Massanés más que el origen, la presencia prolongada de este plato en territorio catalán era la clave.
Con esta nueva actualización, Massanés ha asegurado que "la gracia de la cocina es cuando incorporamos platos, porque así es como la enriquecemos".