Hablar de recetas con harina es abrir la puerta a una cocina infinita: panes, tortas, tartas, empanadas, pizzas, buñuelos, fideos… la lista sigue y sigue.
Las comidas con harina pueden ser súper elaboradas, y llevar muchísimo tiempo, o ser tan simples como un panqueque, o utilizarse para darle consistencia a una salsa.
Un día tenemos tiempo y podemos hacer unos fideos caseros desde cero, otro día tenemos hambre y hacemos una pizza rápida en la sartén.
Cuando estamos indecisos y el estómago empieza a hacer ruidos, la harina aparece como la amiga que siempre tiene plan.
No hace falta complicarse: una pizza casera, unas tartas saladas con lo que haya en la heladera, o unas tortillas de harina para combinar con verduras, queso o carnes.
Si hay un poco de harina y algo de imaginación, se puede armar una comida completa, como unas pastas caseras, y pan baguette para mojar en la salsa.
Unos panqueques con dulce de leche para el postre, y hasta un budín de limón para el café.