El calçot es una variedad de cebollas tiernas.
El calçot de Valls es un producto con Indicación Geográfica Protegida que se caracteriza por una longitud de 15 a 25 cm y un diámetro, medido a 5 cm de la raíz, de entre 1,7 y 2,5 cm.
Son habituales en la zona interior de Cataluña, pero especialmente de toda la zona occidental, correspondiente a las tierras del Ebro y la comarca del Alto Campo, y es el plato más emblemático de la población de Valls.
Es uno de los platos típicos de la gastronomía catalana, muy consumido a finales de invierno con salsa romesco o salvitxada, completando con un segundo plato compuesto por carnes y butifarras típicas.
“Calçot” viene del hecho de que en su cultivo se amontona tierra sobre los brotes que crecen de la cebolla inicial.
Esto se hace para conseguir un tallo blanco de unos 20 a 25 cm.
Una de las versiones más comúnmente aceptadas afirma que se debe su descubrimiento a Xat de Benaiges, un campesino de finales del siglo XIX de la zona de Valls, que por descuido, preparó a la brasa unas "cebollas" que sobrecalentó.
Se consumen los tallos jóvenes y se puede hacer entre el final del invierno y principios de la primavera.