La mezcla de cebolla y vinagre actúa de una forma similar a la de aspirinas y agua o aspirinas y bicarbonato de sodio, que también se usan comúnmente contra los callos. La cebolla y el vinagre blanco son alimentos que, de una u otra manera, siempre se encuentran en casa, dado el uso que tienen en el día a día en la cocina, aunque en algunos casos también en la limpieza. Un poco más acerca de los callos, los callos suelen surgir debido a las rozaduras y al uso de un calzado inadecuado, según sugiere esta información proporcionada por los expertos de Mayo Clinic. También, si estamos demasiado tiempo de pie, es probable que aparezcan y nos causen molestias. Algunos callos pueden ser dolorosos. Para elaborar el remedio para los callos de los pies, debemos tener un recipiente limpio en el que poner el vinagre blanco. También, es necesario que lavemos la cebolla para eliminar cualquier germen o bacteria. Después, procederemos de la siguiente forma: Cortaremos 3 rodajas de la cebolla y las sumergiremos en el recipiente que contiene el vinagre blanco. Las mantendremos en remojo, al menos, durante toda una mañana o tarde. Pasado ese tiempo, impregnaremos un algodón con la mezcla y lo aplicaremos en la zona donde están los callos. A continuación, cubriremos los pies con el papel film. Después, nos pondremos los calcetines para evitar que el papel se mueva o que la mezcla manche. Lo ideal sería aplicar esta mezcla durante la noche para irnos a dormir con ella. Cuanto más tiempo estén los callos en contacto con este remedio, mejores serán los resultados. A la mañana siguiente, cuando nos levantemos, debemos lavar los pies con jabón y agua. También utilizaremos la piedra pómez para raspar, suavemente, los callos. Estos estarán reblandecidos y será sencillo que el pie quede suave. Si los callos son demasiado profundos o están muy endurecidos, es probable que no se eliminen tan rápido. Por eso, será necesario realizar de nuevo todo este proceso hasta conseguir los resultados deseados. En el caso de que sean callos incipientes, debemos llevar a cabo este remedio al menos una o dos veces al mes. Así evitaremos que los callos empeoren. La cebolla y el vinagre blanco son excelentes para evitar los hongos de los pies. Esto es importante si solemos ir a la piscina o al gimnasio, y si a veces nos olvidamos de llevar chanclas cuando entramos en la ducha de este tipo de espacios. Podemos hacer uso de estos dos ingredientes que todos tenemos en casa, pero siempre como complemento de lo que indique el podólogo.