Para lograrlo, el día anterior, debemos humedecer el pan previamente migado.
Para evitar empaparlo, echaremos la medida justa, correspondiente a la mitad de cantidad en agua (con una pizca de sal) con respecto a la de pan.
Removeremos bien en un recipiente para humectar toda la miga y lo tapamos.
La humedad, evitará que la miga se tueste nada más echarla a la sartén.
Lo primero que haremos será aromatizar el aceite de oliva con todos los ingredientes.
Para ello, comenzaremos por echar el zumo de aceitunas en una sartén honda y ponerlo a calentar en el fuego.
Después, echaremos los ajos, con piel, pero partidos por la mitad o con un cortecito transversal para que desprendan su sabor.
Cuando se hayan dorado los retiramos de la sartén.
Acto seguido, agregamos el chorizo troceado, lo sofreímos y retiramos.
Luego, haremos lo mismo con la panceta.
Llegó el turno del pan, lo agregamos al aceite y removemos de forma continuada para evitar que se fría y hasta que la miga suelte la humedad.
Este paso es el que requiere mayor atención dado que puede durar entre 20 y 30 minutos.
Cuando las migas estén listas, agregamos una pizca de pimentón agridulce.
Y removemos.
Después, incorporamos todos los ingredientes que hemos sofrito previamente, ajo, chorizo y panceta.
Dado que los pimientos suelen ensuciar el aceite, recomendamos freírlos aparte.
Por eso, en este punto, los sofreiremos en otra sartén, los escurriremos bien, y finalmente los agregamos a las migas.
Por último, lo removemos todo bien y listo.