Limpiar y escaldar los callos: cortar los callos en cuadraditos de 2 x 2 aproximadamente. Colocar en la olla en la que se va a hacer la receta final junto con las patitas, el chorizo y la morcilla y cubrir con agua fría. Llevar a hervor para que suelte las impurezas. Una vez que hierva, dejar 2 o 3 minutos y retirar del fuego.
Escurrir el agua y lavar bien con agua fría tanto los callos como la olla. Volver a poner los callos allí.
Cocción de los callos: en una malla de verduras agregar una cebolla con un clavo de olor pinchado, 3 dientes de ajo aplastados, laurel, pimienta y una zanahoria. Sumar esta malla a la olla que vayamos a utilizar, puede ser una cacerola tradicional o una olla a presión.
En una olla tradicional se tardará alrededor de 4 horas para que los callos estén tiernos, con una olla a presión, 45 minutos. Poner en la cacerola los callos y las patitas junto con la malla con verduras. Cubrir al ras con agua fría y un poco de sal.
10 o 15 minutos antes que esté finalizada la cocción de los callos, agregar el chorizo, la morcilla y la panceta cortada. Al añadirlos en este momento se completará la cocción y no explotarán.
Una vez que ya está en el último tramo de la cocción hay que hacer el sofrito: pelar y picar los 2 dientes de ajo restantes y rehogar en un chorrito de aceite de oliva. Añadir la cebolla picada bien fina y dorar levemente. Agregar la salsa de tomate y condimentar a gusto. Agregar la guindilla para que tenga un toque picante.
Agregar a la cocción de los callos y dejar en el fuego un ratito más para que tome gusto.
Una vez cocido retirar del fuego. Separar los ingredientes: retirar la malla con las verduras por un lado, el caldo por otro, los callos y el chorizo y la morcilla por otro.
Desechar las patitas de cerdo. Si se quiere, se puede aprovechar en caliente y sacarle el poquito de carne que tiene y sumar a la preparación.
Triturar las verduras con un poco del caldo de cocción de los callos a la madrileña. Ahora la salsa: volvemos a llevar al fuego un poco del caldo de cocción y sumar, de a poco las verduras procesadas. Dejar que reduzca su volumen y rectificar los condimentos a gusto.
Una vez que el caldo tenga la consistencia deseada, agregar el chorizo y la morcilla cortados en rodajas gruesas, el resto de los ingredientes y cocinar unos 10 o 15 minutos para que se mezclen bien bien los sabores. Rectificar los sabores con sal y pimienta en el caso de ser necesario y dejar reposar unas horas. Antes de calentarlo para servir, retirar el exceso de grasa que está en la superficie con una cuchara o cucharón. Este desgrasado final es clave para que no quede excesivamente pesado y lo puedan disfrutar mucho más.