El cocido madrileño es, probablemente, el mejor plato para tomar en un día de frío invernal.
El cocido nace como un plato de pobres, en el que se usa absolutamente todo y se tira muy poco.
Puedes utilizar cualquier carne y verdura que quieras, es perfecto para aprovechar cosas de la nevera.
La receta es para seis comensales, pero lo suyo cuando haces cocido es hacer por lo menos el doble.
Puedes usarlas en muchísimas cosas, mis favoritas son hummus con los garbanzos, croquetas o dumplings con las carnes y puré con las verduras.
La noche anterior, sumerge los garbanzos y el espinazo de cerdo en agua.
Calienta una olla grande sobre fuego medio-alto.
Añade aceite de oliva y después el morcillo.
Mantén un hervor lento durante 2 horas y media, sacando los garbanzos a las 2 horas.
Cuando le falten 20 minutos al caldo, mete en un cazo a parte con agua hirviendo los chorizos y la morcilla y cuécelos de 15 a 20 minutos.
Saca todo de la olla del caldo y resérvalo en una fuente cubierta con papel de aluminio.
Saca a la mesa la fuente y la cacerola con el caldo y fideos y disfruta.