Los primeros indicios de consumo de leche animal se remontan a hace casi 9000 años en lo que hoy se conoce como Turquía.
De acuerdo al medio National Geographic, Richard Evershed, bioquímico de la Universidad de Bristol en Reino Unido dice que su equipo ha encontrado indicios de leche en las vasijas más antiguas.
El ordeño fue particularmente importante en el nordeste de Anatolia, que hoy es una península de Asia, lo que apunta a diferencias regionales relacionadas con condiciones más favorables para el ganado.
En las primeras comunidades asentadas, como lo fue la protociudad de Çatalhöyük, ubicada en lo que hoy se conoce como Turquía, la leche formaba parte de una dieta variada de los seres humanos.
Los residuos orgánicos conservados en cerámica arqueológica han proporcionado evidencia directa del uso de leche en Gran Bretaña y en el sexto milenio en Europa del este.
Una vez se comienza a consumir, la tecnología lechera y los propios pastores se extendieron el Cáucaso y luego por Europa.
Pero fue en la Edad Bronce, hace unos 3000 años, que las personas comenzaron a utilizar la leche de vaca para destetar a sus bebés.
Julie Dunne, arqueóloga de la Universidad de Bristol agrega que pudo analizar un conjunto de vasijas con forma de animal halladas en tumbas infantiles de la actual Alemania, encontrando indicios de leche de vaca.
Lo que se sabe de la historia del consumo de leche se ha ido construyendo con el pasar de los años, mostrando, que los humanos no solo lo hicieron como una simple necesidad, sino que encontraron beneficios claros de esta proteína.
La leche sigue siendo usada por los humanos y recomendada por los expertos para el desarrollo del cuerpo humano durante todas sus etapas.