Los yogures vegetales de coco son de los más conseguidos del mercado.
Se pueden preparar en casa con coco fresco y probióticos, pero el proceso puede ser un poco engorroso.
El coco es un fruto con múltiples beneficios, entre los que destacan sus propiedades antioxidantes, minerales como potasio y fósforo, y también tiene bastantes ácidos grasos saturados, en concreto ácido láurico, una muy buena fuente de energía con propiedades antimicrobianas.
Además de una textura cremosa muy agradable, el coco puede dar un toque exótico a los platos.
Acompañado de piña natural o granos de cacao o para acompañar curris, da un toque espectacular.
El anacardo es otro de los ingredientes estrella para preparar yogures vegetales sin lácteos.
Aporta un toque de cremosidad distinto al del coco, pero igual de delicioso.
Es rico en vitaminas (E, B y K) minerales (magnesio, cobre, fósforo, selenio y zinc) y es una fuente de proteína vegetal.
Estos frutos secos son muy saciantes y tienen un sabor delicioso.
Usad el yogur para acompañar tortitas o para crear una masa de bizcocho de limón y canela.
Las almendras son otro de los ingredientes estrella para crear lácteos veganos.
Las almendras son frutos secos fáciles de digerir, son ricas en grasas monoinsaturadas, contienen proteínas vegetales de alta calidad, fibra, minerales como el calcio y el magnesio y vitamina E.
Combinad el yogur vegetal de almendras con semillas de chía, arándanos deshidratados y una buena cucharada de crema de cacahuete.
Seguro que repetís.
En general, los yogures vegetales son muy versátiles y ayudan a convertir platos en preparaciones variadas, creativas y sanas.
Lo mejor es que cada una de las alternativas al yogur tradicional nos ofrece texturas y sabores ligeramente distintos.
Esto nos ayuda a conseguir unos platos versátiles y atractivos para todo el mundo.
Se pueden usar en porridges, bizcochos o tartas, tzatziki, salsa para pasta, batidos, helados, salsas saladas o donde se os ocurra.