Las cebollas son miembros de la familia allium, un género de plantas picantes que también incluye al ajo, puerros y cebollino, y otras especies.
Incluso entre las cebollas hay muchos tipos diferentes, cada uno con sus propias cualidades especiales; cada cebolla tiene una personalidad particular.
En general, las cebollas son un ingrediente de base en muchas recetas.
Son esenciales para cualquier cocina.
Las sopas, los sándwiches, las ensaladas, los estofados y los arroces se benefician de su sabor distintivo en todos sus cortes.
En las tiendas o supermercados, las más comunes de encontrar son las llamadas "cebollas de almacenamiento".
Separados por color (blanco, amarillo y rojo) son piezas que luego de ser cosechadas, se colocan para secar y por esto, se mantendrán en la cocina durante meses si se almacenan correctamente.
En términos de intensidad de sabor, la cebolla blanca es la considerada más intensa, la morada más suave, y la amarilla se encuentra en algún punto intermedio.
Generalmente son intercambiables, y cambiar entre ellas no arruinará un plato, si se altera ligeramente su sabor o apariencia.
Muchas veces hay confusión sobre las cebollas moradas frente a las cebollas blancas.
Ambos tipos de cebollas tienen sabores casi similares.
Pero hay algunas diferencias clave, más que el tamaño y el sabor.
El atractivo obvio de una cebolla roja es su color, con un tono morado profundo que proporciona un buen contraste visual.
Preferidas en la cocina asiática y europea, por su sabor distintivo y color vibrante.
Las cebollas moradas se carbonizan a la perfección en la parrilla cuando se cortan en cuñas, y su textura interna se vuelve pegajosa (hasta caramelizada) en lugar de blanda, como lo hacen las cebollas blancas y amarillas.
La cebolla blanca es un ingrediente universal en las cocinas del mundo.
Por ejemplo, se utiliza en la sopa de cebolla francesa y la emblemática fuggazeta o pizza de cebolla que tanto se consume en Argentina.
Las capas externas y secas de la cebolla tienen una mayor concentración de ese tipo de flavonoide que las capas interiores.
El color de la cebolla roja es distintivo, con un atractivo color carmesí que crea un interesante contraste en el plato final.
El tipo de cebolla que uses dependerá del sabor y el color que estés buscando en tu plato.
Ya sea que estés buscando una cebolla suave para una ensalada o una cebolla fuerte para una sopa, se pueden aprovechar las bondades de cada una para un mejor resultado.