España ostenta, con diferencia, el título de mayor productor mundial de aceite de oliva.
Según datos del Consejo Oleícola Internacional, nuestro país produce entre el 40 % y el 50 % del aceite de oliva mundial cada año, una cifra que lo sitúa a la cabeza del sector a nivel global.
Y no solo lidera en cantidad, sino también en calidad, innovación y exportación, lo que la convierte en un referente global.
Aunque España lidera con diferencia, hay otros países que también juegan un papel importante.
Italia es reconocida por su tradición y marcas históricas.
Grecia es donde el consumo per cápita es de los más altos del mundo y variedades únicas como la Koroneiki.
Turquía, Túnez y Marruecos son importantes productores del Mediterráneo oriental y norte de África.
Portugal y Francia están en crecimiento constante dentro del sector de aceites gourmet.
Dentro de España, la comunidad autónoma de Andalucía es el verdadero motor de la producción.
Provincias como Jaén, Córdoba y Granada son auténticas capitales del aceite de oliva, con denominaciones de origen reconocidas internacionalmente.
Jaén, en particular, es conocida como la “capital mundial del aceite de oliva”, y alberga la mayor superficie de olivar del planeta.
Por sí sola produce más aceite de oliva que cualquier otro país del mundo, excepto España.
Jaén representa aproximadamente el 20 % de toda la producción mundial de aceite de oliva.
Produce más aceite que países enteros como Italia, Grecia o Túnez en determinadas campañas.
Alberga más de 66 millones de olivos, en su mayoría de la variedad picual, conocida por su estabilidad y alto contenido en antioxidantes naturales.
Cuenta con denominaciones de origen como Sierra de Segura, Sierra Mágina y Campiñas de Jaén, que certifican la calidad y origen del producto.
Gracias al esfuerzo de cooperativas, almazaras privadas y marcas comprometidas con la excelencia, Jaén ha consolidado su posición en los mercados más exigentes del mundo.
Aunque muchos países producen aceite de oliva, España domina el sector global con autoridad, y dentro de ella, Jaén se alza como la cuna del aceite de oliva virgen extra por excelencia.
Desde las suaves colinas jiennenses, donde los olivos dibujan el paisaje desde hace siglos, surge el oro líquido que alimenta, protege y da sabor a millones de hogares.