La salsa romesco es una picada muy utilizada en toda Cataluña y que admite muchas variantes.
La cosa no está muy clara, pero parece que su precursor fue un plato marinero muy típico de la costa de Tarragona cuya base es un sofrito con tomate, ñora, pimentón y frutos secos.
Un primer paso sería separar el sofrito hasta convertirlo en una picada, y finalmente, en una salsa para aliñar pescados y verduras.
En fin, sea como fuere, aquí les dejo con esta receta de salsa romesco que me ha parecido la más clásica entre las que he visto y probado por ahí.
La salsa romesco, con todas sus variantes, es un todoterreno para pescados y verduras.
Tanto nos puede servir para aliñar una buena ensalada de escarola con pesca salada y arbequinas, como para comer con las cebolletas tiernas asadas en las calçotadas, o para acompañar una escalivada o buena parrillada de verduras.
Por supuesto, también para cualquier pescado a la plancha o a la parrilla y de base, como picada, para ese excelente plato marinero que son las romescadas.
La salsa original admite almendras y avellanas, pero hay quién también le pone unos piñones.
Los frutos secos que pongamos deben ser tostados y estar bien pelados, las pieles, si hay muchas oscurecen la salsa y le dan una textura poco adecuada.
La salsa debe quedar con una buena consistencia, ni muy aceitosa ni muy granulada, y con un ligero sabor avinagrado pero sin pasarse.